#HUBHealth: Foro Comercial del CSSD
Innovación y tecnología son términos frecuentemente usados de forma conjunta, pero con importantes diferencias fundamentales. La tecnología no es el único factor que determina la competitividad, pero existen importantes ventajas competitivas que derivan hoy del conocimiento científico convertido en tecnologías. En este caso, la innovación fundamentalmente se trata de la búsqueda de una competitividad, integrando herramientas tecnológicas así como también procesos y esfuerzos no necesariamente de índole tecnológica.
En el entorno actual, las empresa de salud están obligada a desarrollar procesos operacionales, recursos humanos, sistemas de información y capacidades tecnológicas acordes con los nuevos desafíos. De ahí la importancia que tiene el proceso de innovación. Pues esto implica la renovación y ampliación de procesos, productos y servicios, cambios en la organización y la gestión y cambios en las calificaciones del capital humano.
La innovación tiene como objetivo explotar las oportunidades que ofrecen los cambios, lo que obliga que sea fundamental en la generación de una cultura innovadora que permita a la empresa ser capaz de adaptarse a las nuevas situaciones y exigencias del mercado en que compite.
La actitud innovadora es una forma de actuación capaz de desarrollar valores y actitudes que impulsen ideas y cambios que impliquen mejoras en la eficiencia de la empresa, aunque suponga una ruptura con lo tradicional.
En la actualidad el aporte de la tecnología es imprescindible en lo que respecta a la medicina. Donde necesariamente existir una interrelación entre la calidad de la atención y tecnología. El gran reto esta en la inversión tecnológica contrastada con el desarrollo exponencial de tecnologías constantemente actualizándose dejando otras como obsoletas.
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